El curry tailandés representa el refinamiento culinario por excelencia con el que los tailandeses han sabido conquistar al paladar más exigente.
Su origen es indio —kari— y a Europa nos llega en el siglo XVIII de la mano de británicos y holandeses, con colonias en el este y sureste asiático.
El curry es una mezcla de distintas especias utilizadas en la India para guisos o estofados.
Los británicos fueron los que estandarizaron ese kari que les conquistó. Creando una mezcla estándar y huyendo de tantas variantes, comenzaron a comercializarlo como polvo de curry. En concreto, fue La Compañía de las Indias la responsable de hacerlo llegar a Inglaterra, Japón, Sudáfrica y otros países, adaptándose a los gustos locales.
El curry es un término inventado por los ingleses para comercializar un condimento hecho con distintas mezclas de especias, basado en la salsa «Kari».
El origen de la palabra
El origen del Curry proviene de la palabra «Kari» del idioma Tamil hablado por una etnia del sur de la India, donde se elaboran platos muy especiados, similares a un guiso.
Significa salsa y hace alusión a la mezcla de especias con la que se elabora la salsa o salsas. Asimismo, se refiere a los diferentes platos que se hacen con ellas. Cada tipo de salsa lleva una mezcla diferente de especias. A esto se le denomina masala.
Características del curry tailandés
Si bien el origen del curry nos lleva a India, los platos de curry tailandeses tienen poco que ver con los de su país de origen. Primero, porque hay tantos como cocineros, que no solo aportan su toque personal, sino que es cada región la que marca el uso de unas hierbas y especias, u otras.
Esto es lo que hace que el curry tailandés sea mucho más aromático que su hermano indio, y también suele ser más suave, por poner un ejemplo.
El curry en la comida thai
Originalmente, el la cocina tailandesa se usaba una pasta que fácilmente comprendía entre 25 y 40 especias. Se freía y luego se cocinaba a fuego lento para extraer todos sus sabores y aromas, como base del guiso.
Además, de las hojas del árbol Murraya koenigii, también conocido como árbol del curry o árbol de hojas de curry, solemos encontrar cúrcuma, guindilla, albahaca, jengibre, mostaza, nuez moscada, pimienta, tamarindo, cardamomo, cebolla, clavo, etc. Hoy día también lo encontramos en polvo.
Si pensamos en un curry tailandés probablemente nos venga a la cabeza la leche de coco, que si bien es cierto que es un ingrediente muy empleado en el curry tailandés, suele verse más al sur del país. En el norte, por el contrario, suele ser más ácido al predominar el uso de la lima.
El curry tailandés normalmente es picante, pero eso no quiere decir que no podamos elegir el grado de picante, e incluso de dulzor. ¡Toma nota!
- Mai Phet, sin picante.
- Phet Nit Noi, poco picante.
- Phet Mach, picante.
- Phet Mach Mach, muy picante, para paladares acostumbrados.
Currys de Tailandia
Los currys de Tailandia se diferencian y clasifican por su color: el amarillo, el rojo y el verde. Se presentan con forma de pasta o majado de chiles, ajo, galanga, lima kaffir, lemongrass, etc.
No obstante, las proporciones y la presencia de cada uno de los elementos que conforman el curry varía según quién lo prepare. De ello que existen un sin fin de variedades.
Los currys Massaman y Penang son dos de los más populares, y casualmente no son de los más picantes.
El curry tailandés amarillo tiene como base la cúrcuma, que le confiere su color amarillo tan característico.
El curry rojo es uno de los más utilizados en la cocina tailandesa y se suele presentar en forma de pasta. Se elabora a partir de especias secas mezcladas con aceites, siendo el chile rojo su ingrediente principal.
El curry verde también es uno de los más utilizados y se caracteriza por su sabor picante. Tiene dos ingredientes principales que le otorgan el color que le da nombre, las hojas de lima kaffir y las hojas de albahaca tailandesa.
El curry más exquisito de Madrid
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